lunes, 6 de enero de 2014

Capítulo 25 Part II

Me porte de la peor manera y le hice daño a alguien que no se lo merecía, realmente no sabía en que clase de monstruo me había convertido. Sabía que Jamia esperaba un bebé, pero Marce no se merecía nada de lo que yo le hice, me comporté como un patán, como si ella no valiera el esfuerzo, cuando realmente vale más de lo que cualquier persona podría imaginarse.
Estaba harto de la situación, Jamia era cada vez más insoportable, la abandonaría de no ser por ese bebé ya la habría mandado a freír espárragos. No podía soportar más sus caprichos, sentía que en algún momento enloquecería o algo así pero no podía abandonarla, eso implicaría dejar a un lado a sangre de mi sangre y no sería tan cruel. Me encontraba entre la espada y la pared, por un lado estaba la mujer que más quería en ese momento y a la cual le hice tanto daño y por otro lado estaba Jamia y más importante que ella, mi hijo.

— ¡Jamiaaa! ¿Dónde está el desayuno?
— Búscalo.
— Maldita, ni para eso sirves. —Susurró.
—¿Qué dijiste?
— ¡Nadaaaaaa!
— okay cariño, creí escuchar algo.
— ¿Dónde está el desayuno? No encuentro nada.
— Es porque no hay nada, jajajajaja. Preparé huevos pero sabía que despertarías tarde y no te gusta comerlos fríos.
— okay. — dijo mientras salía.
— ¿A donde irás?
— A buscar algo de comer.
— ¿Te puedo acompañar?
— no.
— ¿Por qué? Soy tu esposa. ¿O acaso irás a verte con la niñata esa que conociste? ¡claro a vos siempre te han gustado las groupies!
— ¡Iré a comer! Si quisiera verme con ella simplemente lo haría y no dejaría que me vieras. Además me bañaría, no iría en el pijama.
— ¿Y a mí como si me iba a ver recién levantado y con ese aliento a trasero?
— ¡Porque eras tú! Adiós.
—¡Infeliz! — gritó Jamia mientras Frank tiraba la puerta — Para qué me embaracé con tal de amarrar a este chingado, mejor lo hubiera dejado ir.

*Sueña el teléfono de Frank*
Hey Frodooo!
— Hey.
¿Qué pasó, desayunaste serpientes o qué?
— Hubiera preferido eso, pero ni siquiera encontré desayuno. La condenada no fue capaz de tenerme nada listo, acabo de salir por algo de comer aquí cerca.
¿cómo quería encontrar algo? ¡Vives con Jamona! esa ballena de tierra te dejará en la quiebra con la comida & ahora que está embarazada en un descuido te termina cocinando con salsa de ajo.
— Jajajajajaja, probablemente.
Tienes que cuidarte, no quiero quedarme sin un guitarrista rítmico.
— Tú lo que quieres es no perder ese show gay del Frerard en los conciertos, acéptalo, te excito.
Ya quisieras tú eso, enano. Jajajajaja, mas bien pasa más tarde a casa, los chicos vendrán con pizza y cervezas, de paso nos cuentas cómo van las cosas con tu adorada ballena.. dijo, esposa.
— Pues, bien, no están.
¿Y la chica qué habías conocido?
— No sé nada de ella hace mucho, he querido llamarla pero sería un descaro de mi parte aparecer después de todo.
A mí me parece que deberías hacerlo, le debes una disculpa. ¡Una muy grande!
— Creo que lo mejor que puedo hacer es alejarme, ya fueron suficientes problemas, no quiero otro escándalo con Jamia, ni ser la portada de una revista de chismes y menos si el encabezado es: "descubren infidelidad de Frank Iero con estudiante de fotografía". O algo así.
Jajajajaja, es cierto. Te espero en la tarde, desayuna bien enano.
— Vale Gee, yo llego.

Creo que me quedaré por aquí, con un aritos de cebolla y unos waffles estará bien.

— Llegué.
— Jummm, estabas tardando. ¿Te quedaste coqueteando con la de la cafetería?
— No me jodas Jamia.
— JE, ahí te estuvo llamando el maricón del Gerard, le dije que te llamara a tu móvil.
— sí, hable con él.
— ¿Y hoy donde es la fiesta?
— Iré con los chicos en la tarde.
— ¿De nuevo?
— Sí de nuevo.

Pase la tarde con los chicos, vimos películas, comimos pizza, hablamos del CD, de mi vida aunque realmente no traía buenas noticias. Para todos Jamia era como una especie de karma que me había ganado aunque no sabia que error garrafal había cometido en otra vida para tener que lidiar con ella. Tuve unas ganas incontrolables de llamar a Marce & lo hice, aunque ella no contestó, seguramente al ver en el registro mi nombre y la entiendo, yo tampoco le contestaría la llamada a un mal nacido como yo. Sabía que para hablar con ella tendría que irla a busca & aún así eso no me aseguraba su perdón. Sería difícil por no creer que era imposible pero no podía pasar toda mi vida así, era mi hijo pero también estaban de por medios mis sentimientos, Jamia no podría prohibirme verlo, al ser su padre tengo todo el derecho de compartir tiempo con el bebé pero estar al lado de una mujer tan caprichosa e insoportable no me hacía feliz. Ya esto no daba esperar, tenía que solucionar todo, arrancarlo de raíz.

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